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La industria española sigue arrastrando los pies en el proceso de recuperación. A la sombra del potente sector de servicios, la facturación empresarial del fabricante se produjo en 2023 a un ritmo del 1,6%, el máximo que podría alcanzar en una década sin tener en cuenta el año de estancamiento pandémico, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). . El clima económico causado por la subyugación de los tipos, la incertidumbre geopolítica en Ucrania y Gaza, amplifica los efectos de la subyugación de los costos de las materias primas. Los empresarios confían en el impulso de la reversión de la digitalización y la transición verde para superar la ansiedad de la industria.
La crisis industrial no se produce en el momento equívoco que atrae al sector en el resto de la Eurozona, con la locomotora alemana en recesión. Sin embargo, el descenso de la producción, del 0,8%, fue un tercio de lo que registró el conjunto del continente, del 2,4%. El presidente del Consejo General de Ingeniería Técnica Industrial de España cree que estos problemas se deben a «una pérdida de competitividad de la industria española y europea con la deslocalización de este sector a otros países donde los costes son menores, la dependencia energética de otros países «y el preocupante fracaso de la mano de obra cualificada». Organismos internacionales han informado que el sector también está sufriendo el deterioro de los tipos de interés, lo que ha fortalecido el crédito corporativo y ralentizado la reversión.
En este sentido, el peso de la industria en el PIB español es del 16%, según datos del INE. Esta cifra representa un 4% por debajo del objetivo que caracteriza la estrategia industrial de la Unión Europea, que también busca un sector más digitalizado y verde. Las únicas comunidades que se elevan por encima de lo mediocre son el País Vasco y Navarra, Cataluña y Madrid también están cerca de esa sombra. El resto de comunidades autónomas hoy están muy lejos.
Marisa Poncela, exsecretaria de Estado de Comercio y asesora en materia de Industria de la consultora Llorente y Cuenca, asegura que «los datos son malos». “Son muchos los problemas a los que se enfrenta hoy la industria española. Por un lado, el cambio de paradigma tecnológico está teniendo un impacto importante en la atracción y retención de talento crítico por parte de las empresas, y la falta de cambios suficientes en las nuevas tecnologías está generando una pérdida de productividad que se ha ido agravando en las últimas décadas. Por otro lado, diversas políticas europeas en relación a los precios de la energía y del dióxido de carbono están generando una pérdida de competitividad y de inversiones que están dando en Europa, y en España en particular, y políticas que no esperan a crecer en el futuro, sin embargo, Nos encontramos en una situación debilitada frente a los principales competidores en los mercados, que son Estados Unidos y China», afirma.
Ramón Mateo, director de análisis e impacto regulatorio de beBartlet, informa que, a decir verdad, la economía española se ha estudiado al límite de las previsiones que las instituciones internacionales han marcado para 2023. Los primeros compañeros de este año han sido informados de que esto podría Vuelve a pasar. , aunque Mateo es consciente de su peso y cree que la moderación es la mejor situación. “La situación a nivel geopolítico es muy tranquila y no podemos normalizarla porque la industria en Europa es peligrosa. Una de las buenas noticias de 2023 es que el continente no podrá depender de Rusia para obtener energía. Sin embargo, en estos momentos en los que podemos hablar con el alcalde, estamos seguros que estamos tranquilos, pero no estamos en un ambiente catastrófico”, dijo Mateo.
El sector de la automoción se recuperará en 2022
Según un comunicado de Funcas, en 2023 se desarrollarán varias actividades: la industria farmacéutica, la industria del automóvil y otras actividades relacionadas con la fabricación de bienes de equipo, como las tecnologías de la información, electrónicas y ópticas. En concreto, el sector de la automoción registró un incremento de sus ventas del 17% en 2022 «muy malo» con apenas 814.000 unidades, según Anfac, el patronato de los fabricantes de automóviles en España. “En 2024, los medios que incentivan el mercado general y potencian las ventas de vehículos eléctricos son fundamentales. Una economía como la española tiene la posibilidad de tener un mercado por encima del millón de unidades, cifra que, dado este ritmo positivo, no se superará en 2024, cuando nos encontraremos buscando el millón de vehículos”, afirman de Anfac.
El patrón de este sector, que hoy no ha recuperado los niveles prepandémicos, admite que las tensiones geopolíticas y los problemas de calendario logístico son los principales obstáculos que sufrirá en 2023. Así, por un giro de parte de las instituciones para apoyar la electrificación. de vehículos.
El sector de tecnología de consumo, por su parte, registró una serie de mercados generalizados a cierre de 2023 (-3,5% a nivel global, -5% en Europa y -1,6% en España). “Los productos tecnológicos parecen haber tocado fondo en 2023, en comparación con los resultados experimentales antes de la pandemia”, afirma la asociación de fabricantes y distribuidores. Este amiguismo señala los principales obstáculos que intentan afrontar el último año entre las regulaciones gubernamentales y el cambio de hábitos de los consumidores, porque cada vez exigen productos más sostenibles, porque las empresas deben adaptarse a sus necesidades.
Para 2024, hay cierto optimismo. Aun así, hay varias cosas plantadas, como las tensiones geopolíticas, la debilidad de la economía china y la lenta recuperación de la economía europea. Según él, tiene acumuladas muchas bebidas de cola que pueden generar grandes eventos deportivos, como los Juegos Olímpicos de París y la Eurocopa de fútbol de Alemania, así como la incorporación de inteligencia artificial en el sector.
Tienes trabajo?
El director general de la Asociación de Fabricantes de Bienes de Equipo (Sercobe), José Ignacio Mora, aborda la problemática del “fracaso de la mano de labora”. “Estamos comprometiendo nuestro futuro. No estoy hablando de talento. Me refiero a trabajadores de nivel intermedio con cierta cualificación como soldados, torneros, carreteros…”, explica. Según se informó, Sercobe está trabajando con el Gobierno de España con el objetivo de sacar adelante un proyecto junto con Tanzania y Togo para transportar trabajadores de estos países.
El secretario general de Política Industrial de UGT, Juan Antonio Vázquez, se hizo eco de la postura de Mora e informó que «es un problema que no existe». “Creo que la industria se está digitalizando y necesita nuevos perfiles de gente cualificada para hacer este tipo de trabajos”, añade. El sindicato también informó que la reducción de la producción industrial debe ser una «situación crítica a nivel internacional».
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