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Desde hace casi dos siglos, los sinsontes, pequeñas aves que han permanecido aisladas en las Islas Galápagos, han sufrido cambios genéticos y en su canto, lo que ha aumentado la posibilidad de su extinción debido a que resulta difícil reconocer a otros individuos de su especie en diferentes islas. Esta situación fue documentada por un equipo de científicos del Parque Nacional Galápagos y la Universidad de Nueva Zelanda.
Según el estudio, los cantos de los sinsontes (Mimus parvulus) en la isla Floreana han evolucionado significativamente en comparación con los de las islas Gardner y Champion. Este fenómeno se observó al analizar sus grabaciones de canciones a lo largo de seis décadas.
Se estima que actualmente hay entre 250 y 400 aves en la isla Gardner y entre 50 y 80 en Champion, después de que la población más grande de la isla Floreana fuera aniquilada hace unos 200 años por la introducción de especies invasoras como los gatos. , ratas y cabras que destruyeron los hábitats de estas aves.
Las dos islas donde se encontraron estos ejemplares se encuentran cerca de la isla Floreana, en el extremo de las Islas Galápagos de Ecuador, un remoto archipiélago del Pacífico a 1.000 kilómetros de la costa de Ecuador que ha sido refugio de los también conocidos sinsontes. como burla.
El líder del estudio, Luis Ortiz-Catedral, de la Universidad Massey en Nueva Zelanda, señaló que los sinsontes originales tienen diferencias genéticas en comparación con las aves isleñas, pero lo más importante es la transformación de sus cantos. Aunque estos cambios pueden no ser perceptibles para el oído humano, se detectaron mediante un programa digital especializado.
Ortiz-Catedral advierte que es importante que los dos grupos de sinsontes en las dos islas se reúnan con individuos de la misma especie para evitar posibles extinciones que resultarían en la pérdida de diversidad genética crucial para la resistencia a los patógenos y las condiciones extremas de la isla. .
Los ruiseñores, las aves que inspiraron las reflexiones de Charles Darwin sobre la evolución de las especies tras su visita a Galápagos en 1835, se encuentran en peligro de extinción debido a la falta de comunicación entre los individuos de la especie, lo que les impide reproducirse y sobrevivir como una población pequeña y aislada. .
Para evitarlo, se prevé la reintroducción de especies como sinsontes y tortugas gigantes en la isla Floreana durante los próximos cinco años como parte de un plan de recuperación que facilitará el contacto y fomentará las interacciones entre poblaciones aisladas.
En las Islas Galápagos, que en 1979 Declarada por la UNESCO como patrimonio natural de la humanidad, alberga especies terrestres y marinas únicas en el mundo, abarca 1000 kilómetros de territorio ecuatoriano y es un bien natural invaluable que es necesario preservar para preservar su biodiversidad.
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