La reciente detención del senador Edgardo Kueider en Paraguay provocó una tormenta política en Argentina cuando la vicepresidenta Victoria Villarruel y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner intercambiaron declaraciones. El legislador fue detenido en la capital paraguaya de Puente de la Amistad, cerca de Ciudad del Este, con un millón de dólares en efectivo no declarado. El episodio desató una feroz controversia que se extendió a las redes sociales y al ámbito legislativo, reavivando las tensiones entre el partido gobernante y la oposición.
Edgardo Kueider, quien hasta hace poco figuraba como parte del Frente de Todos, fue detenido en la aduana paraguaya con más de 200 millones de dólares en efectivo, 600 millones de pesos argentinos y 3,9 millones de reales brasileños sin la debida declaración. Según el informe oficial, el dinero fue encontrado durante un control de rutina en el paso fronterizo entre Paraguay y Brasil. Ante la prensa local, Kueider negó que el dinero le perteneciera y afirmó: «Soy inocente, el dinero no era mío. – Quiero presentar mi versión a la fiscalía.
El episodio desató un acalorado intercambio de acusaciones entre figuras políticas argentinas clave, con el vicepresidente Villarruel y Cristina Kirchner entre los protagonistas.
Villarruel responde a las críticas de Cristina Kirchner
La vicepresidenta en funciones, Victoria Villarruel, respondió rápidamente a las críticas de la expresidenta y senadora Cristina Kirchner, quien cuestionó la decisión del oficialismo de nombrar a Kueider como presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado. A través de sus redes sociales, Villarruel publicó una serie de reproches contra Kirchner, a quien acusó de falta de integridad moral.
«Señora líder pandillera, al menos trate de fingir que está limpia cuando está más sucia que una cloaca», escribió Villarruel en tono desafiante. También recordó que Kueider fue elegido por la fórmula peronista en 2019 y que todavía estaba involucrado en el espacio político liderado por Kirchner. «El senador Kueider ha hecho su lista con su pueblo y sigue siendo miembro del partido que usted preside», añadió.
Villarruel también aprovechó para resaltar la responsabilidad de Kirchner en la actual situación política, calificando su liderazgo como un lastre para el país. «Con el tiempo, la historia pondrá todo en su lugar. Mientras tanto, tengan un mínimo de dignidad y no sigan torturando al pueblo argentino”, concluyó la vicepresidenta en su publicación.
Cristina Kirchner dispara contra Villarruel y el oficialismo
Por su parte, Cristina Kirchner utilizó sus redes sociales para criticar duramente tanto al gobierno de Villarruel como al de Javier Milei, al que acusó de dudosas maniobras para mantener el control legislativo. En un mensaje irónico, Kirchner describió el arresto de Kueider como un reflejo de la «tarifa democrática» que, según ella, se está pagando para asegurar los votos necesarios en el Congreso.
«El senador argentino detenido por las autoridades paraguayas tenía cientos de miles de dólares sin declararlo. «Edgardo Kueider, que pasó de peronista a votar con el gobierno de Milei, fue nombrado presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado en Villarruel», escribió Kirchner, intentando claramente vincular el caso con las estrategias políticas del oficialismo. .
La expresidenta también acusó al gobierno de aprovechar estas alianzas para tomar medidas que, según ella, perjudican a la mayoría popular. «Así consiguen votos para leyes que condenan a millones de argentinos a la pobreza o permiten al Ministro de Economía endeudar aún más al país», denunció.
Reacciones del kirchnerismo
La polémica también provocó una reacción dentro del kirchnerismo. La senadora Juliana Di Tullio, aliada de Cristina Kirchner, compartió una imagen en las redes sociales en la que se refiere irónicamente a Villarruel. “¿Eres tú Victoria Villarruel? “¿Sería este el día que usted decidió nombrar a Kueider como presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, recordando que el propio liderazgo de Villarruel le dio a Kueider puestos importantes en el Senado?
El episodio también sirvió de pretexto para reavivar las críticas al gobierno de Milei, al que acusan de mantener alianzas con personas dudosas para asegurar la gobernabilidad. Desde el kirchnerismo creen que la designación de Kueider a la comisión bicameral que supervisa los organismos de inteligencia fue una maniobra política que ahora amenaza con tener graves consecuencias.
Consecuencias políticas y económicas
El caso de Kueider no sólo ha provocado un intenso debate político, sino que también plantea dudas sobre la transparencia y la legalidad de la gestión de recursos en la esfera pública. El descubrimiento de una gran cantidad de dinero no declarado en posesión del senador ha alimentado la especulación sobre una posible actividad ilegal, lo que podría conducir a investigaciones más amplias tanto en Argentina como en Paraguay.
El episodio también aumenta las tensiones en un Congreso ya asediado, donde las acusaciones cruzadas están dificultando la aprobación de leyes clave. Para el oficialismo, este escándalo es un golpe a su imagen, y para la oposición, es una oportunidad para cuestionar la legitimidad de los acuerdos políticos que sostienen al gobierno.
El futuro de Kuider y su impacto en el Senado
En las próximas semanas, Kueider deberá enfrentar un juicio en Paraguay, donde se investigará el origen del dinero que se le encontró. Aunque el senador se declaró inocente y negó cualquier vínculo con actividades comerciales o ilegales, el caso ya dejó huella en su carrera política.
Mientras tanto, en Argentina, el caso sigue siendo utilizado como arma política por ambos lados del espectro partidista. Tanto Villarruel como Cristina Kirchner aprovecharon la situación para reforzar sus narrativas y culparse mutuamente por los problemas que enfrenta el país.
El resultado de este caso podría tener consecuencias significativas no sólo para Kueider, sino también para la dinámica política en el Senado y la percepción que el público tiene de los líderes políticos involucrados. En medio de una creciente desconfianza hacia las instituciones, el caso es otro recordatorio de los desafíos que enfrenta Argentina en su lucha por la transparencia y la estabilidad política.